Hablando el otro día con Guille sobre el diseño del nuevo SL, me di cuenta de las reacciones tan encontradas que despierta el gran descapotable de Mercedes. Y es que además de parecer un auténtico barco de carretera con su mayestática figura, particularmente rotunda durante las dos generaciones anteriores (soy fan confeso e irredento del SL ochentero y las críticas sobre su falta de curvas me resbalan totalmente), el peso de este icono germano ha ido aumentando casi exponencialmente desde su lanzamiento en 1954, llegando a unos rotundos 2.045 kg en el SL600 (¡!) que prácticamente duplican la masa del coche original. Mercedes estaba obligada a frenar en seco esta tendencia, y afortunadamente este ha sido uno de los problemas a abordar durante su rediseño.
Durante una sesión de puertas abiertas para los medios, Mercedes ha confirmado su propósito de devolver al SL a sus orígenes, marcando una severa dieta de adelgazamiento a un modelo que, obligado por el equipamiento y las medidas de seguridad del segmento en el que milita, tampoco podrá volver a ser el peso pluma que fue en sus tiempos mozos.
El punto crítico de su desarrollo ha sido la creación de un nuevo chasis de aluminio con el que conseguirá que la báscula marque aproximadamente 140 kg menos, aumentando de paso la agilidad de este gran turismo para disfrutar a cielo abierto. El esqueleto consta de miembros longitudinales de fundición, elementos huecos de aluminio extrusionado y largueros hidroformados para endurecer la estructura. Como resultado, su rigidez torsional se incrementará un 20% con respecto al modelo saliente sin hacerlo incómodo, y de hecho, Mercedes se muestra orgullosa del trabajo realizado para optimizar los niveles de ruido y vibraciones.
Mercedes no ha querido hablar sobre la clase de motores que encontrarán hogar bajo el interminable capó del SL, pero sí de su equipamiento. De entrada, y como era de esperar, el nuevo SL se beneficiará de un techo con Magic Sky Control igual que el SLK, que ajusta la entrada de luz al interior desde un botón usando un inteligente sistema electrocrómico mediante partículas suspendidas en el interior del cristal. Otro avance "mágico" será el Magic Vision Control, diseñado para poder limpiar el parabrisas sin mojar a los ocupantes. Para ello, Mercedes ha perforado con láser los eyectores, dejando dos filas de agujeros que expulsan el agua de forma homogénea, sin salpicar al conductor ni a los viandantes. Igualmente, el SL cuidará el sistema de entretenimiento de a bordo como pocos coches en su categoría; no ya sólo con soporte para aplicaciones, sino también con un nuevo sistema FrontBass que incorpora dos subwoofers de 20 cm en la parte delantera del vehículo para terminar de arrancar los tupés que no haya desprendido el propio viento.
Si la idea de un nuevo SL atlético (y con más de un guiño estético al pasado) te emociona tanto a nosotros, te recomendamos que abras muy bien los ojos el próximo mes, dado que Mercedes descubrirá la nueva generación a mediados de diciembre, unas semanas antes de su debut oficial a comienzos de 2012 en el Salón de Detroit.
Por: alberto Ballestin
Fuente: autoblog.com
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